martes, 15 de noviembre de 2011

No te necesito.

Cuando eres pequeño, solo necesitas a tus padres y a un par de amigos para ser feliz. Conforme vas creciendo vas viendo que la vida no es solo eso.
En la vida tienes que luchar por lo que quieres, tienes que ganarte a tus amigos, a tus padres, a tu libertad. Poco a poco encuentras la felicidad en distintas cosas; en la nota en un examen, en un cigarro acompañado de un café, en una fiesta, en una tarde de lluvia con tu mejor amiga...
Pero ¿te necesité alguna vez a ti? Vaya pregunta, nunca te he necesitado para ser feliz, no me has dado nada, solo un par de besos estúpidos. Yo puedo ser feliz sin eso. Nunca te he necesitado, por mucho que haya llorado por ti, aun así, seguía sonriendo, mis amigos me hacían reír, como siempre hacen. Nunca me ha faltado un motivo por el que sonreír. No te necesité cuando me reía sin parar en aquella playa con mi hermana, ni aquella noche de fiesta, ni siquiera en mis peores momentos cuando me urgía un abrazo que siempre tenía quien me lo daba. Siempre he conseguido mis objetivos yo sola, con mi optimismo ignato y mi autosuficiencia, sin tu ayuda, sin tu apoyo, sin tus besos estúpidos.
Entonces, ¿por qué iba a necesitarte ahora?

No hay comentarios:

Publicar un comentario